sábado, 12 de marzo de 2011

Respiro

Sé como soy de quejumbrosa. Que cuando me desespero, me desespero en serio y no jaladas. Que de repente siento que me va de la chingada y en automático mi cerebro se jala hacia el lado negativo de todo. Sí, aunque lo demás esté bien, hay veces que basta una sola cosita pa' que yo empiece de fatalista (mi consuelo es que también funciona cuando todo en efecto, está mal y veo algo bueno.)
Esta semana ha sido así. He andado queja tras queja y mentada tras mentada. Primero por algo que hacia mucho venia planeando, esta semana ya por fin lo hice, pero solo pa' empezarme a cuestionar si estuvo bien o mal. Primero que si no podía y luego que pude, qué si lo hice bien. ¡Ah qué la fregada!
Ahora estoy tronandome los dedos. Sé que alguien a quien quiero mucho no la está pasando bien... justo una persona que me ha ayudado a superar tanto. Pero no sé qué hacer. Siento que en parte yo también le estoy cargando de más.
También me preocupo demasiado la salud de mi mamá esta semana. Ya cuando empezaba a decirme a mi misma que ella estaría bien a pesar de que me vaya lejos... bam pinches noticias malas, malas noticias.
Por otro lado, me dio gusto ver bien a dos de mis mejores amigas (venga probablemente las únicas dos mujeres que considero realmente mis amigas aparte de mi má y mi hermana.) Una se ve mucho más tranquila, aceptando las cosas y dando pasos pa' delante. Tan honesta y temeraria como siempre : ) Y la otra, empezando un nuevo camino, una nueva aventura en la que espero le vaya de maravilla.
Anyway aún así solo tengo cabeza para una cosa... ya sabes cual es... o bueno lo intenté decir, pues. Quiero saber, saberte... En fin, aparece, me da miedo haberla de nuevo ahora quizá por hablar, pero no decir nada pues jaja.
Y pues lo que quería decir es que a pesar de mi constante pinche pesimismo, de mi neurosis juvenil y de mi fatalismo exagerado en serio YO CONFÍO. En está vida que tan cabrona como puede ser es así de bella también y en todas las maravillas que me ha mandado Dios que colman mi vida en cada aspecto y a cada instante aunque a veces no las quiera ver.
Y pues claro, en Dios. Y que a pesar de que siento que el mundo se esta cargando un poco de más sé que no pasa nada... Sé que todo estará bien, mientras confíe, mientas respire. Un paso a la vez, sé que todo estará bien.

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